El lunes 6 de agosto será uno de los días negros del sector joyero español porque es la fecha en la que añadimos una nueva víctima a los joyeros que han perdido su vida a manos de criminales. Francisco Cintado que regentaba una joyería desde hacía treinta años en Carmona, Sevilla, fue asesinado por unos atracadores en su establecimiento. Ni el mayor castigo devolverá la vida a este joyero, bien querido en Carmona, donde tenía su tienda, su familia y su hogar.

En el pecado va la penitencia. La crueldad que padeció, amordazado y golpeado hasta el fin de su vida, provocó un forcejeo que ha podido dejar rastro del ADN de los atracadores. Además, las cautelas del propio joyero pueden facilitar la labor de los investigadores porque había instalado más de una cámara de videovigilancia que no fueron descubiertas por los atracadores. Las primeras investigaciones apuntan a una banda de extranjeros, organizados con cierta experiencia en este tipo de asaltos.

La Presidenta de la Asociación, Cristina Yanes, ha pedido a su Adjunto a la Presidencia, Fernando Jiménez, que fue Presidente de los profesionales del sector de la provincia y actualmente es delegado de la Asociación Española, que transmita el pésame de todo el sector español a su familia mientras ella personalmente ha comunicado al recién nombrado Director General de la Guardia Civil, instituto armado encargado del asunto, el apoyo del sector a la labor investigadora y su inquietud por un posible repunte de la violencia lo que llevaría a la necesidad, de analizar, en su caso, junto al Director General de la Policía, el fortalecimiento de seguridad pública en puntos susceptibles de mayor criminalidad. Hay que recordar que hace muy poco en Carmona se ha vivido otro homicidio de un comerciante chino y que sus habitantes viven con temor una suma de sucesos delictivos.