

Adaptado de las siguientes fuentes: BBC, López Jiménez, José Jaime (Prosperidad económica y social en Singapur, 2002).
Se suele poner como ejemplo de prosperidad a Singapur porque sólo en cincuenta años pasó de tener un PIB de 500 a 56.000 dólares USA y esto ha ocurrido en un lugar con múltiples y diferentes razas, orígenes e idiomas. Hace más de quince años que López Jiménez y José Jaime escribieron sobre este país y sus fortalezas y, no hace tanto la BBC se ha hecho eco de su transformación sin parangón. Hemos podido conocer los factores de la transformación de Singapur derivados, esencialmente, de la visión de Lee Kuan Yew, el dirigente que afirmaba que los conceptos de las democracias occidentales no podían imponerse en Singapur, un gobernante que será perseguido por las sombras que dejó en materia de libertades, pero a quien nadie negará su visión estadista porque cambió económicamente el país. Ganó siete elecciones porque Singapur, a pesar de sus brillos y sombras, es una república parlamentaria.
Lo que hizo bien Singapur:
- Hacer del defecto virtud, el país no tiene recursos naturales y decidió que el capital humano fuera la clave de la ventaja competitiva, por eso, el sistema educativo obtiene a sus maestros del 5% con mejor expediente de los graduados universitarios. Los maestros reciben un entrenamiento centralizado en el Instituto Nacional de Educación. El fundamento de la educación consiste en enseñar a los niños el lenguaje y la gramática fundamental de cada disciplina, un lenguaje que les permita leer y entender los números, les enseñan a resolver problemas reales (no a sentarse a ver como los resuelve la maestra), los niños construyen prototipos, desde jardines de regadío a teclados electrónicos. Un sistema educativo universalmente accesible, de alta calidad en el que se incentiva el mérito.
- Un gobierno, honesto, efectivo y eficiente con estructuras gubernamentales eficaces. Los servidores públicos tienen muy buenos salarios, se minimiza el riesgo de corrupción y, si se da, se castiga durísimamente. La fortaleza de las instituciones deriva también de que en ellas trabajan grandes expertos en diferentes materias, eso, junto al imperio de la ley y la estabilidad, atrae al talento global y a las inversiones extranjeras.
- Una notable inversión en viviendas que todavía sirven de hogar al 85% de la población, convirtiendo esta inversión en una herramienta de integración nacional porque se mezclaron las razas y los orígenes además de cambiar el paisaje de las ciudades.
- Las bases de la prosperidad se fundamentan en las grandes infraestructuras, el capital humano, la apertura internacional y la creación de un clima propicio para la innovación y el comercio.


A descartar:
- Quizá la que ha trascendido a Occidente es la prohibición de masticar chicle y, por supuesto, de arrojarlo a la calle, pero la realidad es que Singapur ha regulado muchas prohibiciones.
- Escasa libertad de expresión y manifestación.
- Prohibición de la homosexualidad.
- Detenciones que no tienen juicio previo.
- Castigos corporales a los presos.
- Cantidad de ancianos trabajando, muchos dedicados a labores de limpieza.

¿Cómo lo hicieron?
- Con una planificación estratégica para la futura conducción de la economía. Cuando en 1965 se independiza de Malasia, el gobierno es consciente de la necesidad de una estrategia, empezar siendo una plataforma de exportación para las empresas transnacionales en Asia, atrayendo capital extranjero y creando un entorno empresarial favorable. Esta etapa inicial atrajo básicamente industrias intensivas en mano de obra poco calificada.
- Instando un entorno favorable al tejido empresarial que provocó la represión y el desmantelamiento de los sindicatos independientes, bajos costos laborales, mano de obra capacitada con dominio del inglés, una legislación social y medioambiental más flexible, una eficiente infraestructura de transporte y comunicaciones, parques industriales construidos por el gobierno, una política fiscal estable y, algo esencial, estabilidad política y social.
- Años ochenta: Singapur logra conformar una estructura industrial y social para servir de soporte para su posterior desarrollo económico. Esto le permitió alcanzar, niveles de pleno empleo o empleo total, dotar a su población de vivienda en urbanizaciones públicas estatales y establecer sistemas estatales de educación y otros servicios básicos.
- Asentando principios sobre la responsabilidad individual, el mérito, el ahorro obligatorio y el control eficaz sobre los servicios públicos.

¿Extrapolable el modelo?
Hay otras cuestiones para tener en cuenta como que el censo poblacional de Singapur es similar a los países nórdicos o a la Comunidad de Madrid, por tanto, muy inferior a países que tienen que gestionar una población ocho veces superior.
Su sistema impositivo es simple y moderado, el impuesto sobre sociedades está en un 17%, el IVA en un 7% y el IRPF, de naturaleza progresiva, va desde el 0% al 22%, estando los primeros 20.000 dólares singapurenses exentos (unos 12.500€).
Su sistema de salud diferencia ciudadanos y residentes permanentes de extranjeros, los primeros tienen derecho a servicios de salud subsidiados por el gobierno a través de un plan de ahorro obligatorio nacional, mientras que los extranjeros pasan a obtener la cobertura de salud a través de su empleador . El sistema se basa en aportes privados de los ciudadanos, sumados a planes estatales de gestión y supervisión Dependiendo de factores como la edad y los ingresos, un porcentaje del salario mensual de cada trabajador va al Fondo Obligatorio. De hecho, el porcentaje de gasto público en el sector salud en Singapur es de 33% aproximadamente, mientras en los países occidentales europeos promedia el 75%.
¿Podemos aprender algo?
Que tanto las personas como los países pueden transformarse si lo deciden, actúan con inteligencia, analizan bien las realidades y establecen una planificación y estrategia a largo plazo. Esto que es más fácil en el entorno empresarial implicaría en un plano público la cohesión política de asuntos de Estado, una reforma del sistema de partidos basado en ideologías y en oposiciones, en ocasiones, innecesarias, incentivar el talento local y esforzarse.